Entre el mar y montañas que parecen rascar el cielo. Entre espíritus del México más antiguo y vestigios virreinales que brillan más que nunca. Entre naturaleza y modernidad. Entre pasado y presente. Así es Oaxaca: tierra de épocas, fantasías y milagros hechos realidad. Un estado repleto de colores y culturas que bien podrían representar lo más auténtico y esencial de nuestro país.