La vida diaria es simplemente agotadora. El estrés pasa facturas inesperadas de las que todos necesitamos desintoxicarnos y alejarse del mundo por un tiempo puede ser el mejor détox. Pero poner distancia de por medio no solo se trata de tomar vacaciones a kilómetros de casa, sino que se ha convertido en todo un concepto, cuyo refugio inherente son las villas privadas; lugares donde el descanso, la privacidad, la intimidad y el recogimiento son los elementos conductores de toda la experiencia.